FÉLIX F. PALAVICINI

Oriundo de Tabasco (1881), se tituló de ingeniero topógrafo en el Instituto Juárez de esa entidad, para luego interesarse en el periodismo y en los problemas sociales del país. Habiendo trabajado para el proyecto de modernización que impulsaba Justo Sierra en el Ministerio de Instrucción (como estudioso de la pedagogía y organizador de escuelas industriales), se adhirió temprano al maderismo. En 1911 dirigía El Antirreleccionista y sería uno de los diputados del llamado grupo "renovador", en la comisión de instrucción pública de la primera legislatura del nuevo régimen (1912-1913), hasta la disolución del Congreso por Huerta.
Carranza lo designa secretario de Instrucción Pública en agosto de 1914, y Palavicini promueve una serie de medidas que, más allá del ámbito educativo (sobre libros de texto y bibliotecas), inciden en el contexto sociocultural (educación rural, experimentación pedagógica). En 1916 se separa del cargo para ser diputado por el Distrito Federal al Congreso Constituyente, donde dejaría huella en los debates sobre temas de avanzada como la libertad de enseñanza, la igualdad de géneros o las garantías sociales. El mismo año funda El Universal, hoy decano de los diarios nacionales.
Impulsó otras empresas periodísticas y fue embajador en Argentina (1938-1942), así como autor de numerosos libros, entre los que se cuentan Lo que ví, La estética de la tragedia mexicana, Historia de la Constitución de 1917, Mi vida revolucionaria y algunas novelas como Los irredentos y ¡Castigo!; en 1945 coordinó la obra colectiva México, historia de su evolución constructiva, y por la misma época participó en la formación de la opinión pública mediante sus programas radiofónicos. Murió en la ciudad de México en 1952.
La colección conservada en el AHUNAM con su nombre se compone de versiones mecanográficas de los mensajes que transmitió, entre 1942 y 1951, en las principales estaciones de radio del país, y donde abordaba la situación mundial y nacional y el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Dada la importancia que por aquel tiempo adquirió la radio, dichas emisiones han llamado la atención de estudiosos de la comunicación social, entre otros.
Los guiones se hallan reunidos por mes en 75 cuadernos donados por el señor Guillermo de la Parra, junto con una parte de la biblioteca del ingeniero Palavicini: 1100 volúmenes que versan sobre política, historia de México y de otros países, educación, economía, etcétera, incluyendo 18 tomos de la Enciclopedia de Carbonell (1928) relativa a la evolución de la cultura cubana.
También se guarda un álbum con 36 fotografías que documentan las actividades de la Escuela Industrial de Huérfanos, y las reformas efectuadas cuando Palavicini estuvo a cargo de la misma (1911-1912).