BIBLIOTECA NACIONAL

La primera propuesta, ante el Congreso Federal, para la creación de una biblioteca nacional en México, data de 1828, aunque su fundación (que no funcionamiento), se remite a decretos oficiales de 1833, 1846 y 1857, pero sobre todo al de1867, “que manda establecer la Biblioteca Nacional en la Iglesia de San Agustín”.
En principio, se constituyó con acervos de la universidad y colegios coloniales, incautados por el gobierno como Fondos de Instrucción Pública, y con colecciones particulares donadas por Lorenzo de Zavala y Manuel Eduardo de Gorostiza (su primer director en 1833), entre otros; en 1867, se le agregaron fondos de las corporaciones eclesiásticas intervenidas la década anterior.
Además, su misión de custodiar la producción bibliográfica nacional, y para garantizar el crecimiento permanente de su acervo, fue apoyada tempranamente por decretos relativos a la propiedad artística y literaria (1846) y al depósito legal de publicaciones (1857).
Guardaba más de 15 mil volúmenes (no todos catalogados), cuando abrió al público el 1 de febrero de 1869, pero las adaptaciones al edificio (entre otras razones) habrían demorado la inauguración oficial hasta 1884, siendo director José María Vigil, quien enseguida estableció el primer reglamento de servicio.
Adscrita a la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública, y luego a la de Instrucción Pública y Bellas Artes, en 1913 se atribuyó a la Biblioteca el mismo carácter de varios “institutos nacionales” que se incorporaban a la Universidad, vínculo que en 1929 se definió legalmente como “custodia”, a cargo de la ahora Universidad Autónoma.
En 1944, se separó el acervo de publicaciones periódicas para integrar la Hemeroteca Nacional, que fue ubicada en el antiguo templo de San Pedro y San Pablo.
Se trata de documentos que generó el ejercicio de las funciones encomendadas a esta institución, preservados en la “sección Administración” del Archivo General de la Universidad, que en 1969 comenzó a transferirse al Archivo Histórico, y de la cual se desgajó este grupo; puede considerarse residual o complementario respecto del acervo del mismo nombre que guarda el Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM
Su contenido principal es de carácter administrativo y su tipología documental la previsible en estos archivos, reflejo tanto del contexto orgánico-funcional como de las prácticas que los generan, con las particularidades del caso —las series relativas al incremento del acervo bibliográfico o a los registros de consulta, por ejemplo, que documentan la dimensión sustantiva de apoyo académico y servicio público. Se halla clasificado de la siguiente manera:
1. Dirección
-Correspondencia oficial
-correspondencia del director
-disposiciones normativas
2. Subdirección
-Correspondencia
-expedientes sobre la Escuela Nacional
de Bibliotecarios y Archiveros
3. Secretaría
-expedientes sobre administración de recursos
-expedientes sobre movimiento laboral
-archivo del personal
-informes de labores
-registro de correspondencia
4. Incremento e intercambio
-expedientes sobre adquisiciones y canje
-expedientes sobre difusión cultural
-expedientes sobre el taller de encuadernación
5. Servicio
-expedientes sobre préstamo
-estadística
Incluye una colección de Publicaciones periódicas de la Biblioteca.